WASHINGTON (AP) — El primer ministro Benjamin Netanyahu prometió el miércoles en un discurso ante el Congreso lograr la “victoria total” contra Hamás, y criticó a los estadounidenses que se oponen a la guerra en Gaza, adoptando una postura combativa en una visita que el gobierno de Biden espera que pueda producir avances en las negociaciones para poner fin a los combates.
Netanyahu aprovechó el discurso ante una sesión conjunta del Congreso para hacer hincapié en los antiguos y estrechos lazos entre Estados Unidos e Israel. Sin embargo, el discurso puso de manifiesto las divisiones existentes en la sociedad estadounidense a causa de la guerra, ya que decenas de legisladores demócratas boicotearon el discurso, y frente al Capitolio, miles de manifestantes condenaron la guerra y la crisis humanitaria que ha generado.
Algunas de las protestas cerca del Capitolio se volvieron caóticas, incluso a unos cientos de metros de los estrictamente vigilados terrenos del Capitolio. En las inmediaciones de Union Station, los manifestantes bajaron banderas estadounidenses e izaron otras palestinas. En las calles aledañas al Capitolio, los agentes se enfrentaron a los manifestantes con porras y gases lacrimógenos.
Entre los aplausos de algunos legisladores estadounidenses y el silencio sepulcral de otros, Netanyahu habló durante casi una hora, y afirmó que Estados Unidos tiene un interés compartido en la lucha de su país contra Hamás y otros grupos armados apoyados por Irán.
“Estados Unidos e Israel deben permanecer unidos. Cuando estamos juntos ocurre algo muy sencillo: nosotros ganamos, ellos pierden”, dijo Netanyahu, que llevaba un pin amarillo como muestra de solidaridad con los israelíes que están en manos de Hamás.
Pero el mandatario israelí no tardó en cambiar de tono al burlarse de quienes protestan contra la guerra en los campus universitarios y en otros lugares de Estados Unidos, señalando las manifestaciones que se llevan a cabo en las calles frente al Capitolio. Calificó a los manifestantes de “idiotas útiles” para los adversarios de Israel.
Netanyahu –que está realizando su primer viaje al extranjero desde el comienzo de la guerra-- no mencionó directamente los meses de mediación liderada por Estados Unidos para lograr un alto el fuego y la liberación de los rehenes. Sin embargo, sus declaraciones, aunque combativas, no parecían cerrar la puerta a un acuerdo.
“Israel luchará hasta que destruyamos las capacidades militares de Hamás y su dominio en Gaza y traigamos a casa a todos nuestros rehenes”, afirmó. “Eso es lo que significa la victoria total. Y no nos conformaremos con menos”.
Personas que fueron tomadas como cautivos por Hamás y posteriormente liberadas, así como familiares de rehenes, estuvieron escuchando en la Cámara de Representantes. Agentes de seguridad sacaron de la tribuna a manifestantes que se levantaron para mostrar camisetas con lemas que exigían el fin al conflicto y la liberación de los rehenes.
La congresista Rashida Tlaib, la única palestina-estadounidense en el Congreso, fue un paso más allá y exhibió una pancarta que rezaba “CRIMINAL DE GUERRA” en un lado y “CULPABLE DE GENOCIDIO” en el otro. Tlaib es una de las críticas más estridentes de Netanyahu en el Congreso y fue censurada por sus comentarios del año pasado contra la guerra entre Israel y Hamás, que ha causado la muerte de más de 39.000 personas en Gaza.
Tiene parientes en Cisjordania y representa a un distrito de Michigan con muchos palestino-estadounidenses.
Netanyahu evitó hablar de los esfuerzos de Estados Unidos y sus aliados árabes para negociar el fin de los combates y la liberación de los cautivos que siguen en manos de Hamás. Acusó a los manifestantes estadounidenses de estar del lado de los combatientes palestinos.
“Los manifestantes que están con ellos deberían avergonzarse”, afirmó. Alrededor de 1.200 personas murieron en Israel en el ataque del 7 de octubre que inició la guerra.
Netanyahu —a quien se acusa con frecuencia de inmiscuirse en la política estadounidense en favor de causas conservadoras y republicanas— comenzó sus declaraciones elogiando al presidente Joe Biden. Pero pasó a deshacerse en elogios hacia el expresidente y actual aspirante republicano a la presidencia Donald Trump “por todo lo que ha hecho por Israel”.
Netanyahu tiene previsto reunirse con Biden y la vicepresidenta Kamala Harris el jueves, y con Trump en Mar-a-Lago el viernes.
El representante republicano de Kentucky Andy Barr elogió el discurso del primer ministro al considerarlo una exhortación a considerar que los intereses israelíes y estadounidenses están entrelazados.
“¿Por qué deberían los miembros del Congreso, por qué debería el pueblo estadounidense defender a Israel en su momento de necesidad? Porque lo más conveniente para la seguridad nacional de Estados Unidos es derrotar a Hamás y otros proxies iraníes”, dijo Barr.
Según comentó el congresista Jamie Raskin, demócrata de Maryland, el discurso pronunciado por Netanyahu estaba dirigido al Partido Republicano de Trump.
“No oímos nada sobre avances significativos hacia un alto el fuego bilateral a cambio de los rehenes. No oímos nada sobre la paz”, afirmó.
Las familias de los rehenes estadounidenses retenidos en Gaza se mostraron “profundamente decepcionadas” por el discurso de Netanyahu. En una declaración conjunta, las familias afirmaron que “no se ha comprometido con el acuerdo sobre los rehenes que está ahora sobre la mesa, a pesar de que los altos funcionarios de defensa e inteligencia de Israel le han pedido que lo haga”.
Se cree que Hamás tiene en su poder a ocho estadounidenses, tres de ellos muertos.
La expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, que boicoteó el discurso, calificó la intervención de Netanyahu como “la peor presentación de cualquier dignatario extranjero invitado y honrado con el privilegio de dirigirse al Congreso”.