WASHINGTON (AP) — El presidente estadounidense Joe Biden trabajó enérgicamente el viernes para calmar la ansiedad de los demócratas por su vacilante actuación en el debate que sostuvo la víspera con el expresidente Donald Trump, mientras que los miembros elegidos de su partido cerraron filas con él para tratar de acallar las especulaciones de que podría ser reemplazado como candidato.
Las vacilaciones y divagaciones de Biden, sobre todo al principio del debate, avivaron las inquietudes incluso de los miembros de su partido de que a los 81 años de edad no está a la altura de la tarea de liderar el país durante otros cuatro años. Ello creó un momento de crisis para el equipo de campaña de Biden y su presidencia, ya que los miembros de su partido coquetearon con posibles reemplazos, y los donantes y partidarios no pudieron contener su preocupación por su actuación contra Trump.
Biden pareció reconocer las críticas durante un mitin en Raleigh, Carolina del Norte, y dijo: “Ya no debato tan bien como solía hacerlo”. Pero, añadió, “sé cómo hacer este trabajo. Sé cómo hacer las cosas”. Hablando durante 18 minutos, Biden parecía mucho más animado que la noche anterior mientras criticaba a Trump por sus “mentiras” y por realizar una campaña destinada a “la venganza y el ajuste de cuentas”.
“La opción en esta elección es simple”, dijo Biden. “Donald Trump destruirá nuestra democracia. Yo la defenderé”.
Y añadió, en alusión a su candidatura: “Cuando te derriban, te levantas”.
Incluso antes del debate, la edad de Biden había sido una preocupación para los votantes, y el enfrentamiento del jueves por la noche pareció reforzar esas inquietudes ante quizás la audiencia más grande que obtendrá en los cuatro meses que faltan para el día de las elecciones.
En privado, su equipo de campaña trabajó para aplacar las preocupaciones y mantener a los donantes y los allegados a bordo. Los legisladores demócratas reconocieron el viernes la mala actuación de Biden, pero trataron de sofocar las especulaciones de que lo reemplazarán como su abanderado, y en lugar de eso dirigieron la atención a los ataques y mentiras de Trump.
“Bueno, el presidente no tuvo una buena noche, pero tampoco Donald Trump con mentira tras mentira y su visión sombría para Estados Unidos”, dijo el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, a The Associated Press el viernes, horas antes de que presentara al presidente en Raleigh. “No podemos enviar a Donald Trump de regreso a la Casa Blanca. Es una amenaza existencial para nuestra nación”.
El expresidente Barack Obama respaldó a su antiguo vicepresidente, y publicó en X: “Las malas noches de debate suceden”. Aludiendo a su propia mala actuación en el primer debate de su campaña de reelección de 2012. Obama continuó: “Confíen en mí, yo lo sé. Pero esta elección sigue siendo una decisión entre una persona que ha peleado por la gente común toda su vida y alguien que sólo piensa en sí mismo”.
“Anoche nada de eso cambió, y es por eso que hay mucho en juego en noviembre”, agregó.