ARLINGTON, Texas, EE.UU. (AP) — ¿Cuándo Estados Unidos tumbará a una selección de alto calado en un gran torneo de fútbol?
Ese es el reclamo que se le pide a gritos al equipo de Gregg Berhalter y hacerlo realidad en esta Copa América, en calidad de anfitriona, es imperativo.
“Llegó el momento de demostrar lo que somos capaces”, indicó Christian Pulisic, el atacante del AC Milan que lleva el cartel de jugador referente de la selección estadounidense. “Hemos aprendido muchísimo. Hemos tenido buenas actuaciones en los mundiales. La gente ha podido constatar que este es un equipo que tiene la calidad”.
“Y ahora no se trata de nada más de jugar bien, sino de sacar resultados en los partidos más trascendentales. Ese el siguiente paso que debemos dar”.
Y ese paso podría darse en la Copa América, donde los estadounidenses se estrenan el domingo frente a Bolivia en el estadio AT&T en Arlington, Texas.
La llave también incluye a Uruguay y Panamá. En los papeles, la Celeste y el conjunto anfitrión son amplios favoritos para avanzar a los cuartos de final.
Cualquier cosa que no sea sobrevivir la fase de grupos sería un fracaso mayúsculo y podría comprometer la continuidad de Berhalter.
El duelo contra Uruguay en la primera ronda representa la oportunidad para que Pulisic y compañeros puedan dar un golpe sobre la mesa frente al reto de ser un equipo competitivo con miras a la Copa Mundial de 2026, el torneo que se expandirá a 48 selecciones y con México y Canadá como coorganizadores.
EL HORIZONTE
De sortear la primera fase, Estados Unidos podría cruzarse después con Colombia o Brasil, precisamente equipos con los que protagonizaron fogueos en la antesala del torneo continental.
El primer amistoso fue contra Colombia el 8 de junio y el mismo tuvo un hecho inédito: cada integrante del once titular estadounidense estaba enrolado en un club de las cinco principales ligas de Europa.
Al final, el desenlace fue el menos esperado. Colombia le pasó el rodillo en el segundo tiempo al ganar 5-1. Fue apenas la segunda vez desde 1990 que encajaron cinco tantos en un partido.
Estados Unidos quiso salir jugando desde el fondo, pero se estrellaron con la destreza y ferocidad de los colombianos para recuperar la posesión.
Cuatro días después, los estadounidenses lavaron su imagen frente a Brasil al conseguir un empate 1-1 que rompió una racha de 11 derrotas ante la Verdeamerela.
“Creo que hemos dado un pasito adelante. No un paso grande, pero ha sido pasito poder plantarle cara a un equipo de tanta calidad como el de Brasil”, destacó Berhalter. “Se sufrió, pero el equipo no se amilanó. Supimos ponerles en aprietos”.
LA OBLIGACIÓN
No cabe duda que Berhalter tiene a disposición quizás el plantel más talentoso y completo en la historia de la selección.
Pero los pocos minutos que Gio Reyna (Borussia Dortmund, pero cedido a Nottingham Forest) y Tyler Adams (Bournemouth) tuvieron la pasada temporada por culpa de lesiones es algo que preocupa. Ambos son vitales para complementar a Pulisic en el funcionamiento ofensivo. También acusan la baja del lateral Sergiño Dest, quien sufrió una rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha al cierre del curso con el club holandés PSV Eindhoven.
Desde que asumió en 2018, Berhalter ha logrado cinco victorias en 19 partidos contra selecciones situadas entre las 20 primeras del ranking de la FIFA. Cuatro de los triunfos fueron ante México y el otro contra Irán en el Mundial de 2022.
Existe un coro de voces que no se da por conforme con haberle tomado la medida a México, su clásico adversario regional.
Hay que ganarle a una selección de primer nivel de Europa o Sudamérica ya mismo.
El propio Berhalter lo reconoció tras el amistoso contra Brasil. “No pudimos ganarles. Tenemos que poder derrotar a equipos como este”.
LA MARCHITA BOLIVIA
Bolivia se ha despedido en la fase de grupos en las últimas tres ediciones de la Copa América y se ha acostumbrado a estar instalada en la cola de la tabla de posiciones de las eliminatorias mundialista.
No es la Verde que logró su primera clasificación a un Mundial — el de Estados Unidos en 1994 — o que salió subcampeón como local de la Copa América en 1997.
Con el brasileño Antonio Carlos Zago desde noviembre del año pasado, Bolivia suma cuatro derrotas y un triunfo en sus últimos amistosos — la victoria fue un 1-0 ante Andorra en marzo.
Además, su goleador histórico Marcelo Martins Moreno colgó los botines.
Zago se sinceró días atrás por el presente: “Hay que continuar trabajando. Sabemos dónde estamos, dónde podemos llegar... los jugadores están mejorando gradualmente, espero que podamos un día llegar un día al nivel de Ecuador y Colombia”.