Caracas, - El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, invitó este martes a la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a que vuelva al país, luego de que su Gobierno la expulsara a mediados de febrero por supuestos sesgos en su labor.

"Que superemos las diferencias, el conflicto que tuvimos y estoy preparado para recibir al enviado de (el alto comisionado), Volker Türk (...) cuando quiera, donde quiera", dijo el mandatario, en un acto junto al fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, en el palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo.

Mi trabajo no es ser popular y estoy seguro de que no lo voy a ser. Mi trabajo es aplicar la ley. Ha quedado claro que tengo jurisdicción para continuar la investigación", declaró  a periodistas locales Karim Khan, fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), tras reunirse con Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores.

El viaje por sorpresa de Khan a Caracas, el cuarto que realiza desde que comenzara la investigación por crímenes de lesa humanidad contra el mandatario, su generalato y varios funcionarios, tiene el objetivo de poner en marcha la oficina de asistencia técnica en la capital venezolana, que proseguirá las pesquisas de la Fiscalía.

Pese a las acusaciones de todo tipo que Khan ha recibido desde el poder bolivariano, en esta ocasión se extremó su recibimiento, incluso Maduro llamó a "continuar trabajando de manera conjunta en diversos temas de interés común".

El mandatario aseguró, según su aparato de propaganda, que Venezuela está en un proceso de renovación jurídica y legal "para una garantía total de respeto a los derechos humanos". En las últimas semanas, el chavismo ha aprobado en primera instancia una Ley contra el Fascismo y el Neofascismo con la que pretende radicalizar la represión contra la oposición y la disidencia civil.

Hace sólo unos meses Maduro acusó a Khan de usar el "lawfare" (persecución judicial) para hacerse eco de las "falacias de agresión mediática y geopolítica", además de instrumentalizar los derechos humanos con fines políticos.