Argentina: ahora Milei sí quiere negociar con China
Internacionales
Published on 10/24/2024

El presidente ultraliberal de Argentina quiere vínculos comerciales más estrechos con el gigante asiático para impulsar el crecimiento económico, a pesar de haber dicho que no negociaría con un país comunista.

En Argentina, el Gobierno del libertario Javier Milei considera que la cifra actual más importante, la de la inflación, confirma el curso de su política económica. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la inflación en el mes de septiembre bajó a un 3,5 por ciento, el nivel más bajo desde noviembre de 2021, cuando fue del 2,5 por ciento.

Los precios de las acciones suben, el riesgo país baja: el duro programa de reformas del gobierno del presidente Javier Milei parece estar teniendo éxitos iniciales, al menos según los datos clave puramente económicos. Todos esos son datos positivos, de no ser por el desarrollo de la tasa de pobreza. Según la Universidad Católica UCA, esta cifra aumentó a más del 54 por ciento en el primer semestre del año. Aunque cayó ligeramente en el segundo trimestre, el desarrollo de la pobreza y la indigencia serán indicadores decisivos para la presidencia de Milei.

Interés en inversiones extranjeras 

Para revertir esa tendencia, Milei necesita inversiones extranjeras y un crecimiento económico tangible. Dado que el tratado de libre comercio entre el bloque comercial del Mercosur y la Unión Europea, estancado desde hace más de 20 años, todavía no se ha terminado de negociar, Argentina, Brasil y Uruguay tratan de impulsar negociaciones de libre comercio con China.

En una entrevista televisiva con el periodista Carlson Tucker, Javier Milei dijo que, por razones ideológicas, nunca trabajaría con el gobierno comunista de Pekín: "No solo no voy a hacer negocios con China, no voy a hacer negocios con ningún comunista. Yo soy un defensor de la libertad, de la paz y de la democracia. Los chinos no entran ahí”, afirmó Milei en plena campaña electoral, en septiembre de 2023.

Un año más tarde, Milei, ya presidente de Argentina, llamó la atención con un nuevo comentario. "China es un socio comercial muy interesante porque no pide nada", dijo Milei hace algunos días por TV. "Lo único que quieren es que no los molesten”. Y con el cambio de rumbo, desencadenó un debate sobre los pros y contras de una mayor cooperación con Pekín. 

Un cartel con un billete de cien dólares con el rostro de Milei, en la época preelectoral, en 2023.

Relaciones comerciales sí, cooperación política, no

"Una cooperación económica más fuerte con China permite comprar muchos productos mucho más baratos que si fueran fabricados en Argentina. A cambio, Argentina puede exportar a China productos que son más baratos en Argentina", dice Philipp Bagus, profesor de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid.

Bagus conoce a Milei de debates académicos y trata de explicar el pensamiento libertario del presidente argentino al público germanohablante, en su libro recién publicado "La era de Javier Milei” ("Die Ära Javier Milei"). "Al concentrarse en los productos en los que el país tiene ventajas, la producción general y la prosperidad aumentan. No veo ningún peligro en la cooperación económica, pero sí en la cooperación política que puede crear dependencias. Sin embargo, Milei rechaza esa cooperación política", dice Bagus en entrevista con DW.

Hans-Dieter Holtzmann, del Partido Liberal Demócrata (FDP) de Alemania, sin embargo, evalúa con más cautela una posible ampliación del comercio de Argentina con China. En toda la región se puede observar un creciente interés de China en una cooperación económica más estrecha, en especial en sectores estratégicos para China, como la energía y la infraestructura.

Oportunidades comerciales vs. riesgos de seguridad

"El financiamiento supuestamente atractivo que ofrece a menudo China se puede convertir rápidamente en un ‘dulce veneno'. Si bien no hay condicionamientos ecológicos o sociopolíticos, como con otros proveedores de financiamiento, sí hay duras condiciones económicas, así como una estricta confidencialidad de los detalles del contrato, que, entre otras cosas, puede ocultar prácticas corruptas", afirma Holtzmann a DW.

Por ese motivo, al final podría existir el riesgo de dependencias económicas y políticas, e incluso riesgos de seguridad. "A menudo también se sobreestiman los efectos esperados sobre el empleo local, porque China insiste en utilizar trabajadores chinos en muchos proyectos", afirma Holtzmann a DW.

Franco Marconi, analista del grupo de expertos liberal Libertad y Progreso, piensa que cualquier gobierno argentino tiene la obligación de evaluar exhaustivamente las ventajas y desventajas de una cooperación con China. "Las oportunidades comerciales deben aprovecharse siempre que no conduzcan a un cambio de principios o a la traición de una buena gobernanza", dijo Marconi a DW. Javier Milei quiere viajar a China el año que viene. En enero se reunirán allí representantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) para celebrar una cumbre con China.

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