WASHINGTON (AP) — El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ha ordenado que un submarino con misiles guiados se dirija a Oriente Medio y ha indicado al grupo de ataque del portaaviones Abraham Lincoln que navegue más deprisa a la zona, según indicó el domingo el Departamento de Defensa.
Estados Unidos y otros aliados están presionando a Israel y Hamás para que alcancen un cese el fuego que pueda ayudar a contener las enormes tensiones en la región tras los asesinatos del líder político de Hamás Ismail Haniyeh en Teherán y de un comandante de Hezbollah en Beirut.
Las autoridades estaban atentas a ataques de represalia tanto de Irán como de Hezbollah por los asesinatos, y Estados Unidos ha ido reforzando su presencia en la región.
Austin habló antes el domingo con el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, y reiteró el compromiso estadounidense de “tomar cualquier medida posible para defender Israel y señaló al refuerzo de la posición de fuerza militar de Estados Unidos en todo Oriente Medio a la vista de las crecientes tensiones regionales”, indicó el mayor general Pat Ryder, secretario de prensa del Pentágono, en un comunicado.
El Lincoln, que estaba en Asia-Pacífico, ya tenía orden de dirigirse a la región para sustituir al grupo de ataque del USS Theodore Roosevelt, que tiene previsto comenzar el viaje a casa desde Oriente Medio. Austin dijo la semana pasada que el Lincoln llegaría a la zona del Comando Central para final de mes.
El domingo no estaba claro qué suponía la nueva orden o qué diferencia habría en la rapidez del Lincoln. El portaaviones tiene cazas F-35 a bordo, así como aeronaves F/A-18.
Ryder tampoco dijo cómo de rápido llegaría a la región el submarino de misiles guiados USS Georgia.
Señaló que Austin y Gallant también habían comentado las operaciones militares israelíes en Gaza y la importancia de mitigar el daño a los civiles.
La llamada se hizo al día siguiente de un ataque aéreo israelí en una escuela convertida en refugio en Gaza la madrugada del sábado, que mató al menos a 80 personas e hirió casi a 50 más, según indicaron las autoridades palestinas de salud, en uno de los ataques más letales en los 10 meses de guerra entre Israel y Hamás.