WASHINGTON (AP) — Estados Unidos y Rusia completaron el jueves su mayor canje de reos en la era postsoviética, en que Moscú liberó al reportero Evan Gershkovich y a Paul Whelan, junto con disidentes como Vladimir Kara-Murza, en un acuerdo multinacional en que se liberó a dos docenas de personas, informó la Casa Blanca.
Sorprendente en su extensión, el intercambio se produjo tras años de negociaciones secretas, a pesar de que las relaciones entre Washington y Moscú se encuentran en su peor momento desde la Guerra Fría a raíz de la invasión a Ucrania iniciada en febrero de 2022 por el presidente ruso Vladímir Putin.
El acuerdo es el más reciente de una serie de canje de prisioneros negociados entre Rusia y Estados Unidos en los últimos dos años, pero es el primero en que se han requerido concesiones considerables de otros países, con siete naciones que acordaron entregar a 24 prisioneros.
Fue proclamada como una “hazaña diplomática” por el presidente Joe Biden, quien calificó la noticia como un “alivio increíble” y agregó que la “brutal experiencia de los detenidos había terminado”.
“Hoy es un poderoso ejemplo de por qué es vital tener amigos en este mundo”, dijo en un discurso desde la Casa Blanca junto a familiares de cuatro de las personas —tres estadounidenses y un residente— que fueron liberadas.
Pero la buena noticia seguramente generará preocupaciones sobre el desequilibrio del acuerdo —en que Rusia libera a periodistas, disidentes y otras personas condenadas en un sistema judicial altamente politizado a cambio de personas que Occidente considera legítimamente acusadas— y si otorga a los actores extranjeros que buscan la influencia sobre Estados Unidos un incentivo para tomar prisioneros.
Según el acuerdo, Rusia liberó a Gershkovich, un reportero de The Wall Street Journal que fue encarcelado en 2023 y condenado en julio por cargos de espionaje que él y Estados Unidos negaron con vehemencia y calificaron de infundados; Whelan, un ejecutivo de seguridad corporativa de Michigan encarcelado desde 2018, también por cargos de espionaje que él y Washington han negado; y la periodista de Radio Free Europe/Radio Liberty, Alsu Kurmasheva, con doble ciudadanía estadounidense y rusa, condenada en julio por difundir información falsa sobre el ejército ruso, acusaciones que su familia y su empleador han rechazado.
Emma Tucker, la principal editora del Journal, lo llamó un “día de gran alegría” y dijo: “Ni siquiera puedo empezar a describir la felicidad y el alivio que trae esta noticia y sé que todos ustedes sentirán lo mismo”.
Biden incluyó la liberación de los estadounidenses retenidos injustamente en el extranjero entre las prioridades de su agenda de política exterior para los últimos seis meses de su gobierno. En su discurso en la Oficina Oval de la Casa Blanca al pueblo estadounidense en que analizó su reciente decisión de abandonar sus aspiraciones de reelección, el demócrata dijo: “También estamos trabajando día y noche para traer a casa a los estadounidenses que están detenidos injustamente en todo el mundo”.
Entre los disidentes liberados se encuentran Kara-Murza, un crítico del Kremlin y escritor ganador del Premio Pulitzer sentenciado a 25 años de prisión por cargos de traición que muchos consideraban tenían motivos políticos, 11 presos políticos arrestados en Rusia, entre ellos asociados del fallecido líder de la oposición rusa Alexei Navalny, y un ciudadano alemán detenido en Bielorrusia.
Rusia consiguió la liberación de Vadim Krasikov, quien fue condenado en Alemania en 2021 por matar a un exrebelde checheno en un parque de Berlín dos años antes, aparentemente por orden de los servicios de seguridad de Moscú.
Rusia también recibió a dos presuntos agentes que fueron encarcelados en Eslovenia, así como a tres hombres acusados por las autoridades federales en Estados Unidos, entre ellos Roman Seleznev, un hacker informático convicto e hijo de un legislador ruso, y Vadim Konoshchenok, un presunto agente de inteligencia ruso acusado de proporcionar productos electrónicos y municiones de fabricación estadounidense al ejército ruso. Noruega devolvió a un académico arrestado bajo sospecha de ser un espía ruso, y Polonia también devolvió a un hombre que había detenido.
El intercambio de 24 prisioneros del jueves superó un acuerdo que involucraba a 14 personas logrado en 2010. En ese canje, Washington liberó a 10 rusos que vivían en Estados Unidos como durmientes, y Moscú deportó a cuatro rusos, incluyendo a Sergei Skripal, un agente doble que trabajaba con la inteligencia británica. En 2018, él y su hija casi murieron en el Reino Unido por envenenamiento con un agente nervioso atribuido a agentes rusos.
Las especulaciones sobre un posible canje de reos habían aumentado por semanas debido a una confluencia de acontecimientos inusuales, incluyendo un juicio sorprendentemente rápido y una condena para Gershkovich que Washington consideraba una farsa. Fue sentenciado a pasar 16 años de prisión en un reclusorio de máxima seguridad.
En un juicio que concluyó en dos días en secreto la misma semana que el de Gershkovich, Kurmasheva fue condenada por cargos de difundir información falsa sobre el ejército ruso que su familia, su empleador y funcionarios estadounidenses rechazaron.
También en los últimos días, otras figuras encarceladas en Rusia por pronunciarse contra la guerra en Ucrania o por trabajar con el difunto líder opositor Alexei Navalny, fueron trasladadas de la prisión a ubicaciones desconocidas.
Gershkovich fue arrestado el 29 de marzo de 2023 en un viaje periodístico a la ciudad de Ekaterimburgo, en los montes Urales. Las autoridades afirmaron, sin presentar pruebas, que el periodista recopilaba información secreta para Estados Unidos. Hijo de inmigrantes soviéticos establecidos en Nueva Jersey, Gershkovich se mudó a Rusia en 2017 para trabajar para el diario The Moscow Times antes de ser contratado por el Journal en 2022.
Compareció en más de una docena de audiencias a puerta cerrada por la extensión de su detención previa al juicio o apelaciones para su liberación. Fue presentado ante el tribunal con esposas y en la celda de los acusados, sonriendo frecuentemente ante la gran cantidad de cámaras.
El año pasado, funcionarios estadounidenses hicieron una oferta para canjear a Gershkovich, la cual fue rechazado por Rusia, y desde entonces, el gobierno demócrata de Biden no ha hecho público ningún posible acuerdo.
Gershkovich fue designado como detenido injustamente, al igual que Whelan, que fue detenido en diciembre de 2018 tras viajar a Rusia para una boda. Whelan fue declarado culpable por cargos de espionaje que, según él y Estados Unidos, son falsos e inventados, y cumplía una sentencia de 16 años en prisión.
Whelan había sido excluido de acuerdos anteriores de alto perfil en que participaba Rusia, entre ellos, los relacionados con Reed y Griner.