PHOENIX (AP) — Hubo momentos en los que Brittney Griner pensó que nunca más portaría el uniforme del equipo de baloncesto de Estados Unidos.
La dos veces medallista de oro olímpica estaba sentada en una prisión rusa en 2022, sentenciada a nueve años de cárcel por posesión y contrabando de drogas. Jugar de nuevo por su país era una idea descabellada en ese momento. Diez meses después quedó en libertad tras un sonado intercambio de prisioneros.
Ahora, 19 meses después, está lista para representar a Estados Unidos en los Juegos de París, su primer viaje al extranjero desde que regresó de Rusia.
Griner, quien usará el No. 15 en su uniforme de Estados Unidos antes de que el equipo participara en el Juego de Estrellas el sábado pasado, dijo que le da escalofríos de solo usarla.
“Honestamente, significa todo para mí”, dijo Griner a The Associated Press en entrevista. “Para mí, tener ahora el honor de volver a usarlo y potencialmente ganar el oro es la cereza del pastel para todo”.
Griner había viajado a Rusia para jugar baloncesto y complementar su ingreso por participar en la WNBA. Así lo había hecho durante varios años. No más. La jugadora de 33 años dice que solamente jugará en Estados Unidos a menos que USA Basketball le pida que juegue. Ha dedicado mucho tiempo para representar al equipo de Estados Unidos y se siente 100% segura cuando está con ellos.
“Es diferente, estamos muy protegidas por el personal que nos rodea”, dijo. “Es diferente, es muy diferente. El nivel de comodidad y seguridad que tenemos ahora lo hace mucho más fácil”.
Han sido unas semanas muy ocupadas para Griner, ya que su esposa Cherelle dio a luz a su hijo Bash el 8 de julio. Griner dijo que fue difícil despedirse de él durante algunas semanas.
Tendrá a su familia de USA Basketball en quien apoyarse mientras esté en París. Sus compañeras de equipo y entrenadores están encantados de tenerla de regreso jugando para Estados Unidos.
“Eso es algo cuando lo piensas. Piensen más allá de los Juegos Olímpicos, la experiencia personal de alguien y lo que pasó y sigue pasando”, dijo la entrenadora estadounidense Cheryl Reeve. “Todos estábamos pensando en BG cuando ella estaba fuera y no sabíamos si este momento sería posible. Estoy emocionada por ella personalmente y emocionada por nuestro equipo de baloncesto”.
