TALLAHASSEE, Florida, EE.UU. (AP) — El gobernador republicano Ron DeSantis, anticipándose a lo que su oficina llamó la "posibilidad de invasión", ordenó el miércoles el envío de más de 250 agentes de la ley y soldados a los Cayos de Florida para detener a los migrantes haitianos que huyen de la violencia, o casi dos personas desplegadas por cada migrante haitiano que ha sido repatriado por la Guardia Costera de Estados Unidos en los últimos cinco meses.
Los migrantes haitianos han intentado hacer el viaje a Florida en barco desde la empobrecida nación durante años. DeSantis ya envió recursos estatales a los Cayos el año pasado en lo que dijo que era un intento de detener a los migrantes. Emitió la orden del miércoles de personal adicional junto con aviones y barcos después de que la violencia en Haití se disparara en los últimos días.
Pero hasta ahora, la Guardia Costera no ha visto un aumento en el tráfico de migrantes en las aguas de Florida.
"Actualmente, no, no hay nada fuera de lo común", dijo el suboficial jefe de la Guardia Costera Stephen Lehmann en Miami. "Tenemos recursos en el área y estamos listos si vemos una afluencia".
La Guardia Costera ha repatriado a Haití a 131 migrantes encontrados en el mar desde el 1 de octubre, incluidos 65 el martes que fueron encontrados en un bote cerca de las Bahamas la semana pasada, según un comunicado de prensa.
La oficina del gobernador dijo en un comunicado de prensa que el estado tiene derecho a defenderse del "potencial de invasión". DeSantis está enviando una mezcla de funcionarios del Departamento de Aplicación de la Ley de Florida y de la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre, junto con miembros de la Guardia Nacional de Florida y la Guardia Estatal de Florida, a las aguas al sur de la península sur del estado.
DeSantis hizo de la inmigración uno de sus principales temas durante su fallida campaña para la nominación presidencial republicana. Se ha jactado de usar millones de dólares del estado para transportar a migrantes desde la frontera entre Estados Unidos y México hasta California, y para transportar a migrantes venezolanos desde Florida a Martha's Vineyard, Massachusetts, bajo un programa que impulsó en la Legislatura estatal.
Los haitianos han estado migrando a Estados Unidos en grandes cantidades durante varios años, muchos de los cuales abandonaron su nación caribeña después del devastador terremoto de 2010.
En los últimos días, Haití ha sido testigo de una serie de ataques de pandillas que han paralizado el país, obligando a miles de personas a abandonar sus hogares, especialmente en la ciudad capital de Puerto Príncipe, donde el puerto y el aeropuerto permanecen cerrados. Las bandas armadas tomaron el poder en gran parte de Puerto Príncipe tras el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021 y ahora controlan alrededor del 80% de la ciudad.
La agencia de alimentos de la ONU informó el martes que 4 millones de personas enfrentan "inseguridad alimentaria aguda" y 1 millón está a un paso de la hambruna.
Después de una intensa sesión de diplomacia internacional, un grupo de naciones caribeñas y Estados Unidos anunciaron el martes que la mejor esperanza de Haití para calmar la violencia reside en la creación de un consejo presidencial de figuras influyentes que elegiría a un primer ministro interino y abriría el camino para las elecciones presidenciales. Algunos partidos políticos haitianos han rechazado el plan.
