Donald Trump se impuso este martes en las primarias republicanas de New Hampshire, consolidando su condición de favorito para convertirse en el candidato de su partido a la presidencia en las elecciones de noviembre.

Su rival, la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, felicitó al expresidente por su victoria, pero acalló los rumores de una posible retirada.

"La carrera está lejos de haber terminado", dijo, y enfatizó las razones por las que el Partido Republicano debe elegirla como candidata para disputar la presidencia a Joe Biden el próximo noviembre.

Por su parte, el presidente Joe Biden ganó las primarias del Partido Demócrata también en New Hampshire, a pesar de no figurar en las papeletas.

Desde el equipo de campaña del Biden dicen que el resultado es una prueba de que Trump tiene prácticamente asegurada la nominación del Partido Republicano y que "el movimiento MAGA, que niega las elecciones y se opone a la libertad, ha completado la toma del poder del Partido Republicano".

"Trump ofrece a los estadounidenses la misma agenda extremista que le ha costado a los republicanos elección tras elección", dice en un comunicado la jefa de campaña de Biden, Julie Chávez Rodríguez.

Haley felicitó a su oponente, pero insistió que ahora es el momento de que los republicanos superen al expresidente.

"El secreto peor guardado de la política es las ganas que tienen los demócratas de presentarse contra Donald Trump", dijo a la multitud.

"Saben que Trump es el único republicano del país al que Joe Biden puede derrotar".

Haley también reiteró su argumento de que ella es más elegible que Trump. La exgobernadora dijo que Trump lleva a "un episodio de caos tras otro" y que su agudeza mental está disminuyendo con la edad.

"La mayoría de los estadounidenses no quieren una revancha entre Biden y Trump", dijo Haley, de 52 años. "Ganará el primer partido que jubile a su candidato de 80 años".