BUTLER, Pensilvania, EE.UU. (AP) — Donald Trump aparentemente fue el blanco de un intento de asesinato durante un acto de campaña en Pensilvania el sábado, afirmaron funcionarios de fuerzas policiales. El expresidente, con la oreja cubierta de sangre por lo que llamó una herida de bala, fue rápidamente retirado por agentes del Servicio Secreto y su campaña anunció que se encuentra “bien”.
Un fiscal local dijo que el presunto agresor y al menos una persona que asistía al evento murieron. El Servicio Secreto señaló que dos espectadores resultaron gravemente heridos.
En una publicación en su red social Truth Social aproximadamente dos horas y media después del atentado, Trump detalló que una bala “perforó la parte superior de mi oreja derecha”.
“Supe inmediatamente que algo andaba mal porque escuché un zumbido, disparos e inmediatamente sentí la bala atravesando la piel”, aseveró en la publicación. “Hubo mucho sangrado y entonces me di cuenta de lo que estaba pasando”.
El ataque, perpetrado por un agresor que, según funcionarios de fuerzas policiales, luego fue abatido por el Servicio Secreto, fue el primer intento de asesinar a un presidente o candidato presidencial desde que Ronald Reagan recibió un disparo en 1981. Se registra en medio de una atmósfera política profundamente polarizada, a tan solo cuatro meses de las elecciones presidenciales y días antes que Trump sea nombrado oficialmente el candidato republicano durante la convención de su partido.
Asistentes de Trump informaron el sábado por la noche que la convención no será cancelada y Trump “espera unirse a todos ustedes en Milwaukee”.
“El presidente Trump agradece a las fuerzas del orden y a los socorristas por su rápida respuesta durante este acto atroz”, dijo el portavoz Steven Cheung en un comunicado. “Está bien y está siendo examinado en un centro médico local. Más adelante se darán más detalles”.
El Servicio Secreto explicó que el presunto agresor disparó desde “una posición elevada fuera del lugar del acto de campaña”. Trump está “a salvo y siendo evaluado”, añadió la agencia.
“No hay cabida en Estados Unidos para este tipo de violencia”, afirmó en declaraciones el presidente Joe Biden, que compite contra Trump como presunto candidato demócrata. “Es enfermizo. Es enfermizo.”
Dos funcionarios hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato para discutir la investigación en curso. Indicaron que el agresor no estaba presente en el mitin y fue abatido por agentes del Servicio Secreto.
Los funcionarios dijeron que el agresor fue enfrentado por miembros del equipo de contraataque del Servicio Secreto de Estados Unidos. El equipo táctico fuertemente armado viaja a todas partes con el presidente y los candidatos principales y tiene la tarea de enfrentar cualquier amenaza activa mientras otros agentes se concentran en salvaguardar y evacuar a la persona en el centro de protección.
Las autoridades recuperaron un fusil tipo AR en el lugar, según una tercera persona familiarizada con el asunto que habló bajo condición de anonimato a fin de discutir la pesquisa en curso.
Aún no está claro si Trump fue impactado por disparos o resultó herido cuando los agentes lo derribaron al suelo.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, cuyo departamento supervisa al Servicio Secreto, dijo que los funcionarios estaban comprometidos con las campañas de Biden y Trump y “tomaban todas las medidas posibles para garantizar su seguridad”.
UN ACTO DE CAMPAÑA INTERRUMPIDO POR DISPAROS
Trump mostraba una gráfica con cifras sobre cruces fronterizos durante su acto de campaña —su último antes del inicio de la Convención Nacional Republicana el lunes— cuando comenzaron a escucharse presuntos disparos poco después de las 6:10 de la tarde.
Pasaron dos minutos desde el momento del primer disparo antes que Trump fuera colocado en una camioneta SUV que esperaba.
Tras el primer estallido, Trump dijo: “Oh”, y se llevó la mano a la oreja derecha al tiempo que la gente que ocupaba las gradas detrás de él parecía sorprendida. Se oyeron rápidamente dos estallidos más y se agachó.
Se escuchó a alguien decir cerca del micrófono en el atril de Trump: ”¡Agáchese, agáchese, agáchese, agáchese!”. al tiempo que los agentes custodiaban al expresidente. Se colocaron encima de él para protegerlo con sus cuerpos, como es su protocolo de entrenamiento, al tiempo que otros agentes tomaban posiciones en el escenario para detectar al presunto agresor.
Se escucharon gritos entre la multitud conformada por miles de personas. El grito de una mujer destacó de entre el caos. Luego se oyeron voces diciendo repetidamente “agresor abatido” antes que alguien preguntara si era seguro moverse. Luego,, alguien ordenó “hay que movernos”.
A Trump se le pudo escuchar en el video decir al menos dos veces: “Déjenme buscar mis zapatos, déjenme buscar mis zapatos”, y se escuchó otra voz que decía: “Lo tengo custodiado, señor”.
Trump se puso de pie momentos después y se le pudo ver colocando su mano derecha en su cuello y parecía haber sangre en su rostro. Luego levantó el puño en el aire y pareció pronunciar la palabra “lucha” dos veces ante su multitud de seguidores, lo que provocó fuertes aplausos y luego cánticos de “USA. USA. USA”.
La multitud aplaudió cuando Trump se levantó y alzó el puño.
Su caravana abandonó el lugar momentos después. Un video muestra a Trump volviéndose hacia la multitud y levantando un puño justo antes que lo subieran a un vehículo.
Witnesses heard multiple gunshots and ducked for cover
LOS TESTIGOS ESCUCHARON VARIOS DISPAROS Y SE AGACHARON PARA CUBRIRSE
Periodistas que cubrían el evento escucharon cinco o seis disparos y muchos se agacharon para cubrirse, escondiéndose debajo de las mesas.
Después de los primeros dos o tres estallidos, la gente entre la multitud parecía sorprendida, pero no asustada. Un reportero de la AP en el lugar informó que al principio el ruido se escuchó como petardos o tal vez un auto.
Pero luego hubo más disparos. El pánico se apoderó de los asistentes cuando se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo. Gritos de ”¡agáchense!” resonaron entre la multitud.
Cuando quedó claro que la situación estaba controlada y que Trump no volvería, los asistentes comenzaron a salir del lugar. Un hombre en una silla de ruedas eléctrica quedó atrapado en el campo cuando se agotó la batería de su silla. Otros intentaron ayudarlo a moverse.
La policía pronto pidió a quienes quedaban que abandonaran el lugar y los agentes del Servicio Secreto indicaron a los periodistas que “deben irse. Esta es la escena de un crimen”.
El candidato republicano al Senado de Pensilvania, Dave McCormick, que estaba sentado en la primera fila, dijo a Politico que parecía que alguien detrás de él recibió un disparo.
“De pronto se empezaron a escuchar disparos, alguien detrás de mí parece haber recibido un disparo”, dijo McCormick. “Hay mucha sangre, y luego el Servicio Secreto se abalanzó sobre el presidente Trump”.
El presidente Joe Biden fue informado sobre el incidente, de acuerdo con la Casa Blanca. Recibió un reporte actualizado de Kimberly Cheatle, directora del Servicio de la Secretaría de Estados Unidos, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, y la asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall.
El hijo mayor de Trump, Donald Trump Jr., publicó una foto en X de Trump, con el puño en alto y el rostro ensangrentado frente a una bandera estadounidense, con las palabras: “Nunca dejará de luchar para salvar a Estados Unidos”.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, publicó en X que estaba orando por Trump.
El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, un demócrata, dijo en un comunicado en X que había sido informado sobre la situación y que la policía estatal de Pensilvania estaba presente en el lugar del evento.
“La violencia dirigida contra cualquier partido político o líder político es absolutamente inaceptable. No tiene cabida en Pensilvania ni en Estados Unidos”, sostuvo.