LA HAYA, Holanda (AP) — El máximo tribunal de las Naciones Unidas se negó el jueves a ordenar de inmediato a Ecuador que proteja las propiedades diplomáticas mexicanas tras el asalto a la embajada mexicana en Quito para arrestar a un exvicepresidente.
El presidente de la Corte Internacional de Justicia, Nawaf Salam, dijo que las promesas hechas por Ecuador en una carta dirigida a la Corte y en audiencias públicas el mes pasado “abarcan las preocupaciones expresadas por México” en su solicitud de medidas provisionales.
Subrayó que dadas las promesas de Ecuador, “la Corte considera que por el momento no existe urgencia” de requerir órdenes preliminares.
El asalto del 5 de abril, ocurrido horas después de que México concediera asilo al exvicepresidente Jorge Glas, provocó condenas generalizadas en América Latina y agravó las tensiones ya crecientes entre ambos países desde que Glas, un criminal convicto y prófugo, se cobijó en la embajada mexicana en diciembre.
En una audiencia a fines del mes pasado Alejandro Celorio Alcántara, asesor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, dijo a la Corte Internacional de Justicia que las acciones de Ecuador habían cruzado “líneas en el derecho internacional que no se deben traspasar”.
La audiencia del jueves aún formaba parte de una fase preliminar del caso presentado por México, que acusa a Ecuador de violar el derecho internacional y pide a la Corte que suspenda la membresía de Ecuador en Naciones Unidas hasta que el país emita “una disculpa pública reconociendo la violación a los principios fundamentales del derecho internacional” y acepte una reparación.
Es probable que el caso tarde años en resolverse. En tanto, México pidió a la Corte que ordene a Ecuador tomar “medidas apropiadas e inmediatas para proporcionar plena protección y seguridad a los recintos diplomáticos” y prevenir futuras intrusiones. Además, quiere que Ecuador permita a México desalojar sus instalaciones diplomáticas y las viviendas de los diplomáticos en el país.
Ecuador acogió la decisión con beneplácito y aseguró que “confirma el carácter innecesario de la solicitud” realizada por México.
En un comunicado publicado en Quito, la cancillería ecuatoriana señaló que el pedido se había realizado sin tener en cuenta las repetidas seguridades señaladas por Ecuador “de que brindaría plena protección y seguridad a los locales, bienes y archivos de la embajada de México”. También aseguró que permitiría retirar todas sus propiedades de los locales y residencias privadas de los diplomáticos.
Por su parte, al ser consultado sobre la decisión de la Corte, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador afirmó que el caso “va a llevar tiempo” y reiteró que México busca con la demanda que quede un precedente para que nunca se repitan hechos de ese tipo.
López Obrador dijo que espera que el pueblo ecuatoriano ayude a cuidar las propiedades diplomáticas porque “no le tenemos confianza al gobierno” del presidente ecuatoriano Daniel Noboa, al que llamó “autoritario”.
Durante su conferencia matutina, el mandatario acusó al gobierno de Noboa de ser un “desconocedor del derecho internacional, irrespetuoso, que violó nuestra soberanía”, y descartó la posibilidad de reestablecer las relaciones con el país andino hasta que no ofrezca una disculpa pública.
“Nosotros no estamos buscando el diálogo con quien no respetó la soberanía de nuestro país”, agregó.
En audiencias públicas en la Corte con sede en La Haya, el responsable del equipo legal de Ecuador, Andrés Terán Parral, defendió la redada en la embajada mexicana y dijo a los jueces que su país había actuado para detener a Glas, al que describió como un “delincuente común”.
También afirmó que no hacía falta que la Corte Internacional de Justicia interviniera porque Quito ya había tomado las medidas solicitadas por México.