Por MIKE SCHNEIDER
Sin inmigración, la población blanca de Estados Unidos hubiera disminuido el año pasado.
La inmigración provocó también el crecimiento de la población asiática, que fue el grupo racial o étnico que registró la mayor expansión el año pasado. La cantidad de nacimientos superó la de muertes en las poblaciones hispana, negra, tribal y hawaiana.
Las cifras estimadas de población difundidas el jueves por la Oficina del Censo revelan los factores que produjeron cambios por grupos raciales, étnicos y de edad el año pasado y también desde el comienzo de la transmisión del COVID-19 en el país en abril de 2020. El país tenía 333,2 millones de habitantes a mediados del año pasado, 0,4% más que el año anterior, de acuerdo con los cálculos de 2022.
La población blanca de Estados Unidos aumentó gracias a la inmigración. Sin ella, la población blanca, incluidos los que se identifican con más de una raza, hubiera disminuido en más de 85.000 personas en lugar de aumentar en más de 388.000, un 0,1%.
Si se reduce el enfoque a las personas blancas no hispanas que se identifican con una sola raza, la población blanca se redujo en más de 668.000 personas, dado que el número de inmigrantes no alcanzó a compensar el decrecimiento natural debido a que las muertes superaron a los nacimientos.
El crecimiento de la población obedece a dos factores, la inmigración y el incremento natural, cuando hay más nacimientos que muertes. Los datos difundidos el jueves revelan la complejidad de los patrones de población en cambio constante y refuerzan un nivel de sutileza que no siempre se refleja en el debate político sobre la inmigración.
“Las comunidades de inmigrantes y refugiados traen talento, cultura y un conjunto de destrezas que nuestra gente necesita”, dijo Arrey Obenson, presidente y director del Instituto Internacional de St. Louis, que ayuda a los nuevos habitantes a adaptarse a la vida en el país.
Desde el comienzo de la pandemia en abril de 2020, la población blanca ha crecido en 391.000 personas impulsada por la inmigración.
La población hispana del país creció en más de 1 millón de personas, el aumento en números netos más grande de cualquier grupo racial o étnico. Dos tercios del aumento se debió al crecimiento natural, o sea que el número de nacimientos superó al de muertes. Más de 63,3 millones de personas se identificaron como hispanas el año pasado, un aumento de 1,7% con respecto al año anterior.